El parque Reina Sofía acoge la actuación de la banda Doctor Prats
«La cultura es segura. La cultura no contagia. Contagian las masificaciones descontroladas. Contagian las fiestas ilegales. Contagia que no se refuerce la sanidad, la educación ni los cuerpos de seguridad. Contagian las reuniones en la calle cuando cierran los bares. Pero la cultura no, y hoy lo demostraremos». Es el grito en defensa de la cultura que lanzó ayer la Associació Vuit d’Agost, que volvió a vivir de nuevo, tras un verano en blanco por la pandemia, su tradicional noche de música en la víspera de Sant Ciriac.
«La cultura es segura, no contagia, contagian las fiestas ilegales» | FOTOS DE TONI ESCOBAR
«Hasta hoy no lo veíamos muy claro y nos temíamos otro 7 de agosto sin poder fer xacota», comenzó el manifiesto, al que puso voz Neus Santandreu, una de las integrantes de la agrupación, que rememoró en un par de frases la complicada situación vivida en el último año y medio: «La crisis del covid ha trastocado planes, prohibido abrazos y paralizado sueños por cumplir, pero si alguna cosa nos caracteriza es la capacidad de rehacernos y seguir».
«La cultura es segura, no contagia, contagian las fiestas ilegales»
«¡Celebremos!», gritó Santandreu. «¡Celebremos más que nunca que estamos aquí y que podemos disfrutar de un conciertazo!», continuó la oradora, en referencia a Doctor Prats, la banda catalana que tenía previsto salir al escenario inmediatamente después. El plato fuerte de la noche, que agotaron las entradas disponibles para el Reina Sofía, con el aforo limitado, en apenas unas horas.
Reaprender lo «olvidado»
«Sí, sí, lo sabemos. No podemos menear mucho el culo de la silla, quitarnos la mascarilla ni arremolinarnos, pero deseamos ver el público lleno de sonrisas en los ojos, que es una de las cosas que hemos aprendido», leyó Santandreu, que destacó cómo la difícil situación de estos meses ha servido para «reaprender tantísimas cosas esenciales que habíamos olvidado con mucha facilidad» y cómo la cultura ha sido un salvavidas.
«Gracias a la cultura y a la unión de todos y todas hemos llegado hasta aquí. Hemos hecho piña y hemos estado más conectados que nunca, con nosotros mismos y con nuestro listado de tareas pendientes», recalcó Santandreu, que lanzó varias preguntas al aire: «¿Cuántas películas y series hemos visto por fin? ¿Cuántos libros hemos podido acabar? ¿Cuántos discos hemos escuchado por primera vez? ¿Cuántos artistas se han reinventado? ¿Cuántos directos culturales se han emitido?». «No, no podemos volver a olvidar que la cultura es un bien esencial, es vida y nos mantiene vivos», siguió leyendo Santandreu el manifiesto, que no se olvidó de aquello que, por el momento, no han podido aún recuperar.
«Nada nos apetece más que volver a llenar este sitio con gente de pie y coreando abrazada las canciones de músicos increíbles con el punto final que más añoramos: nuestro querido correfoc con Els Mals Esperits y Esperitrons», señaló con pena la integrante de la asociación quien, sin embargo, se mostró convencida de que esas estampas volverán a ser posibles. «Seguro», afirmó. «Por eso defendemos una cultura con limitaciones que nos conduzca a ese momento en el que deseamos encontrarnos todos», concluyó Santandreu dando paso en el escenario a la esperada banda catalana, llegada a Ibiza tras un parón y en un verano marcado por su último sencillo, ‘Massa bé’.