Fundador de Dj Awards. El próximo lunes 3 de octubre se celebra en Pachá la decimonovena edición de los premios Dj Awards. Antes de que los grandes artistas de la escena electrónica llenen la discoteca de las cerezas, hemos hablado con José Pascual sobre el proyecto, la elección de ganadores, la heterogénea y difícil escena electrónica y, cómo no, del estado de saturación en el que vive Ibiza.
José Pascual no se moja. El fundador de Dj Awards prefiere mantenerse completamente al margen del jurado en unos premios históricos, independientes y sin ningún ánimo de lucro.
—¿Qué son los Dj Awards?
—Son una celebración, un reconocimiento. ¿Qué es un premio? Es una forma que se ha ideado en nuestra sociedad para valorar y reconocer una faceta aunque siempre son en parte subjetivos. Se puede nombra Miss Mundo a una mujer que a mí me parezca horrorosa.
—¿Cómo funciona la votación?
—La votación es pública sobre una selección de nominados y se puede realizar desde cualquier parte del mundo.
—¿Qué ha cambiado desde la primera edición?
—La primera edición fue en 1998, llevamos con esta próxima, 19. El cambio principal es por las tecnologías. Por ejemplo, internet hace 20 años no estaba donde está ahora. Esto se ha notado, entre otras cosas, en la reducción de la presencia física de medios, desde casi 200 acreditados hasta ahora que no es necesario desplazarse para poder asistir a la ceremonia.
—Y la dinámica y los estilos musicales, ¿han variado?
—Sí, todo ha cambiado a lo largo de los años. De hecho ahora mismo ocurre que hasta propios djs no saben dónde meterse. Hay muchos estilos y categorías que se dividen por una línea muy fina y otras en las que la identificación es más fácil.
«Ibiza está saturada. Deberíamos empezar por revisar los aforos, incluido el de la isla»
—Los estilos, más allá de a nivel musical, ¿en qué difieren?
—Las diferencias son sociológicas. Es increíble ver la cantidad de cosas en las que varían los seguidores de cada tipo de música. En su vida cotidiana, desde su forma de vestir hasta de comer, pasando por la manera de entender la fiesta y su propia filosofía de vida. Y esto se debe a que las personas se sienten atraídas por el tipo de música que es un reflejo de su día a día y su manera de vivir.
—¿Dj Awards pone su lupa en Ibiza o en todo el mundo?
—Premian a nivel internacional, pero Ibiza es un componente primordial por la importancia que adquiere la isla en la música electrónica durante los meses de verano, convirtiéndose en su capital mundial.
—Desde tu posición… ¿Cómo ves la escena de la isla?
—Yo creo que se ha ido convirtiendo en un negocio que mueve muchísimo dinero y esto repercute en el funcionamiento y la concepción de lo que en un principio era únicamente un divertimento y ahora en la mayoría de los casos son máquinas de hacer dinero. Desgraciadamente las cosas se comercializan y se vuelven industria, dejando ver detrás unos intereses no muy poéticos ni románticos.
—¿Dj Awards también reconoce a proyectos?
—Hay unas categorías musicales y otras por reconocimiento, que no se someten a votación, como la mejor fiesta de Ibiza.
—¿Podría ser WooMooN la mejor fiesta de Ibiza ese año?
—Depende del público, pero sí es una irrupción en la escena realmente importante y destacable. Es una propuesta arriesgada pero en la isla hay público para todas las propuestas.
«A mí me han venido compañías discográficas ofreciéndome dinero para elegir un ganador»
—¿Quién y qué más destacarías de este verano?
—Yo tengo una visión muy personal pero no sería ético que yo participara y de hecho ni siquiera quiero saber. El proceso de selección es similar al de los Nobel, se proponen unos nombres y los que más se repiten se nominan y luego la gente los vota.
—¿Alguna vez alguien ha intentado influir en este proceso de selección?
—Por supuesto. A mí me han llegado compañías discográficas ofreciéndome de manera velada tratos económicos para poder elegir a un ganador. Nosotros nunca hemos aceptado ninguna de esas ofertas. Y para evitar aún más estas posibles intromisiones la lista de personas que forman el jurado es bastante privada.
—Una pregunta muy recurrente en las últimas semanas es el futuro de la isla, ¿cómo ves Ibiza 2017?
—Yo no soy adivino, las previsiones propias son muy variables y hay elementos que no son controlables. En cuanto a la escena creo que se ha cubierto el cupo que admite la isla y los clubs, hay lugares saturados en los que hasta ir al baño se convierte en una aventura. Y habría que empezar a revisar aforos, incluso el propio de la isla. Ibiza en el pasado vendía la isla de la calma, ahora mismo no puede soportar la cantidad de personas que pasan por sus carreteras, playas y mares todos los veranos.