Desempolvaron las chaquetas caladas, las pinzas de flores y los chalecos. Trataron de combinar los colores primaverales con la chaqueta de «por si acaso» y las botas de guerra. Gafas, capazos, bidis, un gran saco de paciencia para guardar colas inevitables y muchas pero que muchas flores se juntaron el domingo pasado en el agroturismo Atzaró.
La mítica fiesta de la primavera volvió a reunir un año más a miles de personas, este año según destaca la organización «a más familias que nunca». Los naranjos fueron testigos de la ilusión y la buena energía que durante el invierno han ido recargando los ibicencos para afrontar una nueva temporada.
A primera hora y con un sol radiante las familias y los más madrugadores pudieron disfrutar de una mañana de circo entre juegos, pintacaras y talleres. A la hora de comer un gran buffet con platos para todos los gustos se desplegó en el restaurante cuyas mesas habían sido reservadas varios días e incluso semanas antes.
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Fiesta de bienvenida
Es la fiesta que anuncia el principio de la temporada y lo hace por todo lo alto, de ahí su fama y su masificación, este año controlada con el sistema cashless de «pulseritas» que tuvo tantos adeptos como detractores, sin embargo, el balance inicial de la organización es positivo ya que «no hubo incidentes y todo estuvo muy controlado». Ricardo Almenar, jefe de prensa del agroturismo asegura que era «necesario probar nuevas fórmulas para controlar el aforo y evitar la masificación». A partir de las 20h. en su perfil de Facebook, el agroturismo ya anunció que iba a parar la venta de pulseras por haber llegado al límite estipulado.
Por otro lado, con la compra de la pulsera que llevaba incorporado un chip electrónico y costaba 15€, los asistentes además de tener la primera consumición gratuita (hasta 10€), pudieron colaborar con la fundación de nueva creación Atzaró Fundraising que impulsará, con un mínimo de 25.000 euros de lo recaudado, «somos optimistas y creemos que será más» asegura Almenar, en favor de varias ONG como la Plataforma Sociosanitaria de las Pitiusas, Juntos, Cáritas o las Trinitarias de Santa Eulària, para que puedan desarrollar proyectos que estén encaminados a mejorar las condiciones de vida de aquellas personas que más lo necesitan en Ibiza.
Muchos se preguntarán cuál es el secreto de esta fiesta que a tanta gente atrae y lo cierto es que su gran variedad de actividades lo hacen apetecible tanto para familias como para adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes. Atzaró, que es un agroturismo, ese día tira la casa por la ventana para dar la bienvenida a la primavera.