‘Sito’ y Antonio Lara, fundadores de DC10: «La vanguardia ha sido espontánea»

La discoteca DC10 se ha consolidado como un referente mundial de música y Djs gracias a la iniciativa y trabajo duro y constante de los hermanos ‘Sito’ y Antonio Lara durante tres décadas

La discoteca DC10 vive este año una de las mejores temporadas de su historia avalada desde el 23 de febrero de 1989 por una decisiva apuesta por la música en directo en los primeros años y la de baile en las últimas décadas.

Con esta propuesta DC10 se ha consolidado como el referente de la música electrónica y de vanguardia en Eivissa y es la cantera de los mejores dj’s del momento, muchos de los cuales alumbraron su éxito desde la cabina de su famosa terraza al aire libre donde los aviones pasan como gigantescos pájaros metálicos y forman parte de la luz y el sonido de este singular espacio de la carretera a ses Salines.

Al frente de esta idea han estado desde el principio los hermanos Deogracias ‘Sito’ y Antonio Lara, socios inseparables desde que trabajaron en La Escollera durante una década y fundaron luego con solo 17 años el Bar San Francisco frente a la iglesia y el restaurante Cala Pluma. De ahí dieron el salto al Bar DC 10 y comenzó la leyenda: «Expiró el contrato de arrendamiento del Bar San Francisco y no sabíamos seguro si nos renovarían, así que buscamos un terreno en la zona y nos pusimos a construir mi hermano y yo cuándo terminábamos de trabajar en el bar. Eramos muy jóvenes y luchadores», argumenta Sito para situar los orígenes de DC10.

Los inicios en ses Salines

«DC1o comenzó siendo un bar de tapas y cafés. No pensamos en una discoteca, éramos muy jóvenes y solo queríamos tener un lugar donde alargar las fiestas de cumpleaños y los amigos como una oferta complementaria más, pero fue evolucionando, modificándose y adaptándose a los gustos del público hasta lo es hoy».

La discoteca DC10 es un referente a nivel mundial de la música techno. Foto: Aisha Bonet
La discoteca DC10 es un referente a nivel mundial de la música techno. Foto: Aisha Bonet

«Hemos ayudado mucho a la música en directo en la isla»

DC10 también ha sido cuna de la música en directo donde han actuado muchos grupos locales: «Hemos hecho concursos y ayudado mucho a la música en directo en la isla dando a conocer grupos y artistas y a la moda Adlib con desfiles. Pasaban 1.000 personas diarias y estaba abierto todos los días, dábamos empleo a 30 trabajadores. Fue una época muy divertida que se fue transformando hacía la música electrónica con la llegada de Circo Loco, la música de baile y con modificaciones sustanciales entre los años 2005-2007 por las modificaciones de horarios marcadas por el ayuntamiento de Sant Josep».

El nombre de DC10, convertido ahora en una marca de música y merchandising de nivel mundial, surgió al final de las obras: «Me gustaba el grupo U2 pero no pudimos registrar ese nombre, barajamos luego ‘Hangar’ ‘Plus Ultra’, como el famoso avión de vuelo trasatlántico y ‘Dc10’ que era el nombre del reactor y otros nombres que nos proponían los amigos. Al final encargamos un loco al diseñador Joan Allegret y elegimos el dibujo del avión animado y el DC10».

Semillero de dj

La discoteca actual está considerada como el mejor semillero y cuna de la música techno y vanguardia actual algo que no figuraba en la filosofía inicial: « La vanguardia ha sido espontánea. En una ocasión se cerró DC10 para llevarse los dj a otras discotecas. Tenemos una cosa muy sencilla y envidiable, una cantera impresionante de artistas fieles a la filosofía de música de vanguardia que se hacen famosos en DC10, luego importantes en Eivissa y a nivel internacional».

Este factor externo es parte fundamental del éxito de la marca: «El DC10 está ligado al éxito de los dj, muchos quieren pinchar aquí en condiciones especiales. Esto solo vale para escribir nuestra historia, a nivel mundial somos una marca de referencia de música y dj. En Italia DC10 es como el Vaticano».

El éxito no ha sido fácil ya que la discoteca ha estado cerrada en distintas ocasiones: «Han sido años y años de lucha. Cuándo se celebra un cumpleaños hay que repartir la tarta, tenemos el derecho a la parte de la tarta que nos corresponde y el público ha decidido cuál es la nuestra en casi 30 años de historia».

El éxito en esta caso se ha cocinado a fuego lento durante casi tres décadas: « A trancas y barrancas, han sido tiempos duros en los que queríamos arrojar la toalla. El DC10 es como nuestro hijo, está dentro del grupo familiar. Daremos la última gota de sangre por su éxito y permanencia… ¡Hasta el infinito y más allá!».

Daremos la última gota de sangre por el éxito y permanencia de DC10

Los hermanos Lara no quieren hablar de futuro: «No hacemos proyectos de futuro. Vivimos al día o a la temporada. Hacemos las cuentas al final del verano, partido a partido como dice Diego Simeone. Somos gente humilde que comete errores pero sin maldad. Nos han educado a no hacer daño a nada, ni a nadie. Tratamos de respetar las reglas del juego y las normativas establecidas como la carta de precios anual, no subir los precios cada semana en función de la demanda y mantener una responsabilidad compartida con la industria del ocio y el turismo», asevera Sito, como interlocutor de los hermanos Lara.