Un lugar idílico en el último paraíso del Mediterráneo donde disfrutar de la mejor gastronomía mediterránea en un ambiente tranquilo y relajado. Así es Juan y Andrea, un negocio familiar dirigido con cariño y dedicación desde hace más de 40 años. Cuando allá por el año 1971 Juan Bonet, pescador formenterense, y Andrea decidieron establecerse juntos en Formentera y abrir un pequeño chiringuito de playa, ses Illetes no era un destino turístico como lo es en la actualidad: no existía el Parque Natural de ses Salines, apenas había infraestructuras y hasta el hielo lo tenían que cargar en una motocicleta. Allí servían tres platos del día que variaban en función de lo que pescaba Juan en su llaüt y desde allí empezaron a crecer. Siempre innovando y siempre respetando el maravilloso entorno que le rodea.
Ahora la gerencia corre a cargo de los hijos, que han mantenido el mismo espíritu tranquilo y familiar del restaurante y siguen apostando por la buena y reconocida gastronomía mediterránea basada en productos frescos. Juan y Andrea se abastece en su mayoría de producto local.
En este tiempo, Juan y Andrea además ha introducido diversas innovaciones que lo han situado como pionero de la restauración pitiusa: fueron los primeros en ofrecer el servicio de recogida en yates con zódiacs, servicio que hoy ofrecen la mayoría de restaurantes de las Pitiusas, y también fueron los primeros en establecer sistemas de pulverización de agua y refrigeración para que los clientes disfrutaran de la comida de la forma más confortable posible.
Con los años Juan y Andrea ha ido evolucionando hasta convertirse en un restaurante exclusivo en primera línea de playa, donde se puede degustar la mejor cocina marinera con los pies en la arena y en una ambiente de absoluta discreción. De hecho, estos son los motivos por los que numerosas celebrities eligen Juan y Andrea cada verano, porque es un restaurante excepcional, con un servicio profesional en un ambiente seguro y discreto en una de las mejores playas del mundo.