«Coliseo», «ágora», «edificio emblemático», «obra de arte», «joya perfectamente engarzada en la bahía»… fueron muchos los términos con los que se definió ayer el Auditorio Caló de s’Oli, durante su inauguración. La mayoría de ellos los empleó el alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, que fue el encargado de ofrecer el discurso de bienvenida después de que la presidenta del Govern, Francina Armengol, descubriera la placa conmemorativa del evento en el vestíbulo del nuevo espacio cultural.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, descubre la placa conmemorativa ante Vicent Marí, Ángel Luis Guerrero y José Antonio Ruiz Jiménez | J.A. RIERA
Guerrero comenzó su intervención citando al poeta granadino Federico García Lorca y destacando el valor que tiene la cultura para luego enumerar las virtudes y resaltar el potencial de esta nueva infraestructura «con la que Sant Josep quiere compensar su deuda histórica con los vecinos de Cala de Bou y Port des Torrent». Subrayó, además, que el Auditorio Caló de s’Oli «es la primera piedra de un plan mayor de transformación del barrio, dotándolo de más servicios». «Este centro, la ampliación del centro médico, la nueva sede de servicios sociales, unas oficinas municipales y el futuro paseo marítimo de Cala de Bou y Port des Torrent configurarán una nueva fisonomía física y social de este barrio», aseguró.
El alcalde de Sant Josep recordó durante su parlamento los retrasos y contratiempos que ha sufrido este proyecto, que arrancó hace ocho años, y agradeció la labor desarrollada por sus antecesores en el cargo, Josep Marí Ribas Agustinet, y Neus Marí, y «por la impulsora de esta infraestructura, María Ángeles Mostazo». También hubo palabras de agradecimiento para José Antonio Ruiz Jiménez, el arquitecto de «un espacio único», que, aseguró, contribuirá a dinamizar la zona de Cala de Bou». El reto ahora, señaló Guerrero, «es dar vida» a este centro y «conseguir que esta obra de arte no se convierta en un fósil con el paso de los años». La voluntad de la administración municipal es diseñar una «oferta atractiva y comprometida», señaló después de invitar a los vecinos de la zona a disfrutar de este equipamiento, que es al mismo tiempo espacio teatral y de conciertos, cine, sala de conferencias y congresos y espacio expositivo.
El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, también se subió al escenario del nuevo auditorio para, entre otras cosas, felicitar a todos los que lo han hecho posible empezando por el Ayuntamiento de Sant Josep. «Hoy Cala de Bou, Sant Agustí, Sant Josep y Ibiza son más ricas», afirmó. A continuación resaltó la belleza de este edificio que mira al mar y que cuenta con un auditorio interior con capacidad para 240 personas, que ayer estaba lleno, y otro exterior, con cabida para otras 300, en el que se sentaron más de medio centenar de personas para seguir el evento a través de un gran pantalla que se había instalado para la ocasión.
Público en el espacio exterior del auditorio siguiendo en una pantalla el acto inaugural.J.A. RIERA
Tras proyectar un vídeo en el que se repasaban las fases de construcción del auditorio, Francina Armengol ofreció el discurso inaugural, que giró en torno al valor de la cultura. «Solo los pueblos que invierten en cultura, formación y educación son los que tienen el futuro garantizado», subrayó antes de agradecer al Ayuntamiento de Sant Josep esta inversión, que, confió, servirá de estímulo para los creadores del municipio y de la isla de Ibiza. El coronavirus también salió a relucir en su intervención. Después de valorar la responsabilidad que ha demostrado la población durante estos tiempos difíciles, señaló que «invertir en cultura es absolutamente fundamental». Lo dijo tras recordar que la pandemia ha sido mucho más llevadera gracias al cine, la lectura y la música, como la que ayer se escuchó en el auditorio de la mano de La Simfònica de Llevant, una agrupación musical con sede en Castelló que fue creada en 2018 por Juan Conill. Esta banda sinfónica, formada por 41 músicos y dirigida ayer por Juan Francisco Ballesteros, ofreció un variado repertorio con zarzuelas y bandas sonoras incluidas que concluyó con ‘Roqueta, sa meua roca’, un homenaje a Ibiza.
«Es el primer concierto que ofrecemos después de la pandemia. Es un día muy importante y emocionante», explicó Ballesteros antes de manifestar su agradecimiento al Ayuntamiento de Sant Josep por la oportunidad brindada.
También se mostró muy agradecida con el consistorio josepí la familia de Antonio Hormigo, que acudió casi al completo a la inauguración del auditorio y de la exposición antológica del escultor, que se llevó a cabo tras el concierto. «Estamos enormemente agradecidos con este reconocimiento que ha hecho el Ayuntamiento de Sant Josep a los 50 años de trabajo de Antonio. Es una forma de que el barrio conozca su obra», afirmó su viuda, Carmen Juan.
La exposición ‘Antonio Hormigo. La veritat de la fusta’. J.A. RIERA
Por su parte, Nuria del Río, comisaria de la exposición ‘Antonio Hormigo. La veritat de la fusta’, destacó «el esfuerzo titánico» que ha supuesto organizar la muestra, que reúne más de 30 obras creadas con madera ibicenca con las que se ha querido plasmar el vínculo de Hormigo con el entorno de Cala de Bou y de Port des Torrent, donde el artista, fallecido en 2019, tenía su estudio. La exposición, en el vestíbulo del auditorio, se podrá visitar hasta el 9 de enero de 2022.
Los vecinos del Don Pepe, en la inauguración
Algunos vecinos del Don Pepe ataviados con camisetas reivindicativas acudieron a la inauguración del Auditorio Caló de s’Oli. «Venimos en son de paz», aseguraron antes de empezar el evento.
Los vecinos del Don Pepe.J.A. RIERA