La Asociación Noches de Ibiza «nace con el objetivo de sentarse en cualquier mesa de negociación que afecte a nuestra área de actividad, para que la administración pública y los legisladores no tengan solo en consideración a Ocio de Ibiza, que ahora mismo es el único colectivo relacionado con los locales que ofrecen espectáculos musicales en la isla y cuyos intereses colisionan frontalmente con el ocio nocturno», ha declarado el empresario y fundador de la discoteca Space, Pepe Roselló, en la presentación esta mañana de la nueva asociación empresarial del ocio Nocturno de Noches de Ibiza en el Hotel Portmany.
La nueva agrupación patronal nace de la unión de una veintena de representantes de empresas establecidas en la bahía de Portmany, aunque pretende poder reunir en su seno las reclamaciones de empresas del resto de la isla, ha apuntado Roselló en su discurso, especialmente beligerante con la asociación Ocio de Ibiza, «que tomó cuerpo dos años después de la aprobación de la ley turística de 2012» del Govern. Se trata de una norma que, según Roselló, «creó un vacío legal que permitió la irrupción y expansión de los clubs de playa y los denominados hoteles discoteca».
Esto «ha conducido el caos», ha diagnosticado el presidente de Noches de Ibiza. En el origen de este «vacío legal» se encuentra, para Roselló en que la norma contempla la posibilidad de ejercer «una actividad secundaria que complementa a la principal sin tener licencia de actividad». «El problema», ha indicado, es que hay negocios de hostelería que «han convertido su actividad secundaria en principal».
En este sentido, ha señalado que «un hotel donde pernoctan 500 personas puede llegar a aglutinar de 8.000 a 10.000 personas cada día cuando ejerce como discoteca». El antiguo dueño de Space se ha esforzado en marcar diferencias con las actividades musicales de ocio diurno, y ha hecho notar que el ocio nocturno se desarrolla «siempre en espacios interiores y aislados acústicamente». Además, ha señalado que este «sí está amparado por unas licencias de actividad que les permite facturar como salas de fiesta». Según valora, «la nueva ley turística impulsada en 2022 no ha corregido ni una sola coma del grave error que introdujo la ley de 2022».
Además de denunciar «el caos» que, valora, ha conllevado la ley turística de 2012, Roselló ha expresado que «tampoco debemos olvidar la tremenda respuesta social que ha provocado por parte de muchos residentes la traslación del ocio a las playas, que por definición son espacios naturales». Ha ido más allá al declarar, como colofón a su discurso, que «el modelo turístico actual, basado en el lujo y los excesos que durante el día se producen, es incompatible con un ocio nocturno que sí está regulado, y que durante los últimos diez años ha sido denostado y silenciado».
Por otra parte, Roselló considera los intereses de los representantes del sector del ocio nocturno han quedado desamparados desde que «desde que Ocio de Ibiza ha tomado el control de la antigua patronal Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento (Abone)» después de cambiar la junta directiva de esta última durante la pandemia. En este sentido, ha señalado como hecho significativo que Abone haya eliminado de su nombre la palabra Nocturno, vestigio que ha quedado en la letra ‘n’ de sus siglas.
«Estamos en período electoral», ha recordado Roselló, para afirmar acto seguido que «ninguna formación política hasta el momento ha puesto sobre la mesa del diálogo social y económico el problema de las actividades recreativas, los horarios, aforo, medioambiente, música en el exterior en los hoteles y playas, etcétera».