El 28 de agosto es una fecha que pocos podrán borrar de su memoria.
Avicii ofrecía su última actuación mundial en Ushuaïa Ibiza, dando fin a un total de 813 sesiones que se prolongaron a lo largo de 8 años, desde el despegue de su primera producción propia llamada ‘Manman’.
Una actuación única que pareció durar un suspiro y entre numerosos agradecimientos y gran expectación, Tim Bergling, se despedía para dejar en silencio al mundo de la música y marcharse a descansar en una isla paradisíaca.
El impacto de este jovencísimo dj en Ibiza ha marcado un antes y un después, con datos tan abrumadores como protagonizar una de las residencias más fructíferas de todos los tiempos, producir dos albumes números uno en cientos de paises y obtener más de mil quinientos millones de reproducciones en canciones tan famosas como ‘Wake me up’ o ‘Levels’.
El pasado viernes todos conocíamos la fatídica noticia y despedíamos a un pionero de la música electrónica. Ese joven y tímido rubio que llebava las notas musicales impregnadas en sus genes y podía visionar una canción sin ni siquiera haberla creado.
«A veces hay que pensar en lo que nos hace verdaderamente felices»,
decía Tim en el documenal ‘Avicii: True Stories’, mientras escribía la carta de despedida que dejó enmudecida a millones de fans repartidos por todo el mundo. ¡Hasta siempre genio!