Prefiere innovar y hacer lo que más le gusta que ser una estrella del dance. Pinchó en Ibiza por primera vez en 1996 y sigue dando guerra en las fiestas de Glitterbox en Hi y Defected in the house en Edén, en Sant Antoni. En la entrevista a Roger Sánchez se puede descubrir cómo desgrana la actualidad de la escena del ocio nocturno en la isla y apunta soluciones de entendimiento para un futuro más equilibrado del ocio local.
¿Qué significa para usted este nuevo Dj Award House Master?
- Es la gratitud que tengo hacia la vida que hago y al mismo tiempo demostrar que es factible tener una carrera larga, revitalizada, en constante conexión con el público y sabiendo que la música house es parte de un círculo que está dando la vuelta como parte de un sentimiento y un sonido que vuelve, no solo en la isla, sino en todo el mundo: el house.
¿Esto lo hace especial?
- Creo que este es mi séptimo Dj Award y lo valoro mucho porque el House Master es un reconocimiento implícito a mi contribución a la escena del house que forma parte importante de la historia de la música de Ibiza. Este premio me permite seguir reinventado y reconectando con el público. Esta conexión es la parte más importante de todo.
¿Cómo logra mantenerse en el candelero internacional tras 38 años como dj y productor?
- Es fácil y difícil al mismo tiempo. Hay que amar la música, no solo el dinero, los premios o la fama, hay que amar la acción, el placer de pinchar, entretener y conectar con el publico. Mantener los pies en la tierra y la mente en las nubes y contextualizar cosas locas sabiendo siempre quien eres y sobre todo que el importante no eres tu, sino el público. Es básica la idea no el idealista y saber como manejar tu salud, divertirse y entender que el cuerpo tiene un límite y saber cuál es el sentimiento que te produce la droga y como será el día de mañana. Ser consciente de que mañana es otro día y no volverse loco.
¿Qué ha cambiado básicamente en la música electrónica?
- Es como un círculo, ha habido sonidos EDM y Techno en los últimos años pero la base sigue siendo el house que anteriormente era música disco. El EDM tuvo un feeling innovador, más rebelde y atractivo pero se comercializó y cuando el dinero entró en cantidades, en vez de innovar se dedicaron a copiar. El techno era más rebelde y underground, pero se ha masificado de otra forma y se está diluyendo porque se ha perdido el ánimo y el gozo de la fiesta. En los 90 íbamos a divertirnos, cantando y conectando, pero en la actualidad todo se filtra con las drogas y esto lo hace diferente ya que se pierde la conexión.
¿Es más importante para lograr el éxito, ser dj o productor?
- Ahora lo más importante es tener una estrategia para saber dónde estan los ojos y oídos de la gente: en el smartphone. Me muevo por diferentes métodos, con la música que pincho, las producciones y las redes sociales y conectando con el público directamente. Hoy en día hay una acceso directo del público con el artista y esa es una de las razones por las que he retomado una posición importante en la industria.
¿Eso es novedoso?
- No tanto por lo que hago sino por la manera en que lo estoy haciendo, solo hay que trabajar más pero si amas lo que haces no es trabajo. Es la percepción personal de cómo lo ves. Para mi el vaso siempre está medio lleno.
¿En la actualidad se baila más, menos, peor o solo se adora la figura del dj?
- Se conecta más ahora, todo es más individual pero se conecta más a la vez. Baila más gente pero hay menos individualidad en la pista y se abren nuevos caminos y posibilidades para los artistas. Si tienes una idea diferente no estás obligado a exponerla a un solo productor o propietario de una discoteca, tienes la oportunidad de hacer algo diferente por ti mismo aunque tienes que luchar con diez millones más de artistas que también lo intentan y lo único que te diferencia es la calidad, porque siempre sobresale.
¿De la música de baile, el house, deep house o el techno hay un largo camino o solo una adaptación a los ritmos, la tecnología y los cambios de la industria?
- Cada interacción del sonido ha atraído un público con una idea que ha ido cambiando. Un ejemplo claro es el festival Burning Man. Al principio era una reunión de creativos locos en medio del desierto que tomaban ayahuasca y buscaban descubrir nuevas ideas.
Era una utopía sin reglas, donde lo importante era la expresión de las ideas y logró impactar a mucha gente, ahora hay más posibilidades, gente con mucho dinero y la razón de participar es el espectáculo.
El espíritu de la creatividad se ha diluido en medio del negocio y el espectáculo, los creativos iniciales se apartan y buscan nuevos retos y riesgos artísticos.
Se ha mantenido fiel a un estilo de música, ¿le ha costado?
- Más que un estilo ha sido una filosofía musical de soul y house, en la que he experimentado con muchos estilos, desde le techno al underground pero el corazón de mi música es house, soy quien soy y pincho lo que me gusta, me da igual lo que piensen los demás. He crecido entendiéndome mejor a mi mismo y ese es el gran descubrimiento como artista, como lo hicieron Gaudí o Dalí, salvando las distancias.
¿Cómo ve el futuro de la música electrónica? ¿Está en decadencia como se apunta?
- La forma de consumo de música y de conocer a los artistas ha cambiado, hay un hueco entre el techno y el EDM que lo va a retomar el house en los próximos años, tenemos ejemplos claros con el éxito de fiestas como Gliterbox o Defected in the house, porque son una comunidad musical en la que se impone el concepto de la fiesta de verdad.
¿Y los cambios en la isla con el turismo de lujo y el nuevo ocio nocturno?
- Es más cara que nunca y se ha convertido en un destino poco asequible para cierto público que busca opciones más baratas como Croacia o Grecia. Sin embargo, Ibiza mantiene un núcleo de creatividad que atrae a todo el mundo, tenemos la ventaja de haber formado una estructura de música y ocio, pero es frágil y delicada. Hay que cuidarlo y hacer cosas para equilibrar el mundo de la noche y el ocio en general. En vez de cerrar y prohibir cosas es mejor buscar entendimientos y propuestas comunes.
Como ha hecho el Ayuntamiento la capital de Holanda con el Amsterdam Dance Event.
- El gobierno de Amsterdam y los empresarios de ocio se han puesto de acuerdo para regular, trabajar y obtener beneficio del ocio controlando y regulando aspectos vitales como la seguridad y el orden para que le gente no se haga daño.
¿Es aplicable a Ibiza?
- Hace falta cooperación y entendimiento más que una regulación. El ejemplo de Amsterdam es aplicable a Ibiza. Las discotecas son como un jardín donde crecen plantas y flores, si solo riegas una parte del jardín el resto de secará y estropeará.
Si cuidas todo por igual tendrás un equilibrio y un mejor beneficio. Hay que mantener un balance adecuado entre las instituciones, las discotecas y el ocio en general que permita que todos podamos comer durante mucho tiempo.
Tras consolidar sus sellos discográficos, Stealth y Under the Radr, lanza una línea de ropa de calle como contrapunto de moda. ¿Qué más propone?
- Me gusta lo arquitectónico y el underground como filosofía y he basado mi línea de ropa en estos dos conceptos básicos con líneas limpias arquitecturales y denominada ‘Blanco y negro’. El concepto tiene que ver con la luz, el positivismo, la oscuridad y las tinieblas porque mentalmente de la oscuridad surge la luz y ambas conforman el mundo.
He lanzado la primera colección en Ibiza, en la tienda Spmrkt, con una línea de streetwear de 20 piezas con jerseys, camisas y gorros que están a la venta por un tiempo limitado. Es la forma en que me gusta vestir, relajada y con piezas integrales pero desarrollando un concepto nuevo y evolutivo.