Nacida en Australia, la presencia de Juliet Fox en la escena techno no puede ser ignorada. Su ascenso ha sido rápido e imparable y ya cuenta con innumerables éxitos de producción a sus espaldas, como la recordada colaboración del año pasado con Ramiro López, que dio como fruto ’Twisted’’. El año 2017 fue uno de los más grandes de su carrera gracias a una extensa gira por Tailandia, Corea del Sur, China, Singapur y Malasia, junto a actuaciones en Berlín y en toda Alemania, Finlandia, Sudáfrica, Australia, EE UU, Canadá y entre otro países.
¿Cómo se enamoró de la música?
Era muy pequeña, alrededor de los dos o tres años. Mi madre siempre me cuenta que me encontraba en casa con cualquier cosa fingiendo que era un micrófono y cantando. Desde que tenía 11 ó 12 años escucho música electrónica. He crecido con ella.
¿Cuándo decidió que quería ser dj?
Creo que siempre lo tuve claro. Luego, cuando fui mayor de edad, comencé a ir a los clubs, a fiestas de house y de techno y ya no hubo vuelta atrás. Empecé a pinchar en pequeñas fiestas de amigos, aunque no pude comprarme mis propios platos y equipo hasta los 24 años. Desde entonces pasó de ser algo que hacía por placer, a dedicarme a ello a nivel profesional.
¿Cómo describiría su sonido?
Progressive house, techno, hard techo y house. Creo que no lo podría definir exactamente, pero por ahí me muevo.
¿Cómo ha influido su lugar de nacimiento en su música?
Tengo una base fuerte de trance, porque en Australia hay mucho trance. Luego comencé a experimentar otros estilos. Dejé el trance al mudarme a Europa. He estado viviendo en Berlín, Londres… y he ido aprendiendo un poco de cada lugar y mejorando mi sonido.
¿Cómo es ser una mujer dj?
Ahora siento que la cosa ha mejorado mucho, la verdad. Al principio fue muy complicado, no te tomaban mucho en serio. Hay muchas mujeres dj, el problema es que muchas veces no se les da las oportunidades para demostrar su talento. Pero ahora está todo mucho más equilibrado.
¿Alguna ventaja?
Claro, como en todo. Cuando era más joven y me iba a pinchar por diferentes lugares en Australia, al verme con cara de niña, solían tratarme con mucho cariño. Mi equipo me cuidaba mucho [ríe].
¿Cuándo visitó por primera vez la isla?
Llegué a Ibiza hace ocho años, nada más dejar Australia. Mi idea era mudarme directamente a Londres, pero había oído maravillosas historias de Ibiza y decidí venir con unos amigos hasta aquí primero. Además, me ofrecieron hacer unas pequeñas sesiones en diferentes clubs de Sant Antoni, así que fue perfecto.
¿Cómo fue?
Fue maravilloso. Para un dj es uno de los lugares más punteros. Aquí puedes ver y conocer a los mejores, aprendes mucho de eso.
¿Y ahora?
Sigue siendo increíble. La isla está llena de oportunidades cada día. Todo el mundo viene, no solo dj, todo tipo de profesionales del mundo de la música productores, técnicos de sonido….
¿Cómo está yendo la temporada?
Esta temporada he venido a trabajar sobre todo en el estudio. Estoy produciendo mucho. He estado haciendo muchos tours durante estos años: Asia, Sudamérica, Europa, Australia… tenía ganas de afincarme en un sitio.
¿Cambia mucho el público en los diferentes lugares?
Sí. Me enamoré del público de Sudamérica, su energía… son muy apasionados.
¿Un sueño?
Pinchar en alguno de los grandes clubs de la isla. Privilege o Dc10, por ejemplo. Estoy trabajando para conseguirlo.