Dj y productor. Su meteórica carrera en Ibiza arrancó en la cabina de Pachá y se proyecta ahora sobre la escena nocturna de la isla como una gran pirámide musical. Ha elegido la música en estado puro para su proyecto electrónico de muchos aristas y diferentes estilos. Pese a que no le gusta el protagonismo, se ha convertido en el centro de atención de la escena local con una fórmula de éxito pensada para el público.
—¿Cómo explica su meteórica carrera y su popularidad en Ibiza?
—No me fijo mucho en la evolución, veo que nuestra música va creciendo. El éxito de la fiesta quizá sea debido a un cúmulo de muchas cosas. Si tuviera la clave de ese éxito lo escribiría, publicaría un libro, lo vendería y me retiraría. Está claro que la suerte siempre es necesaria, pero la creación del concepto Solomun+1 fue una idea muy inteligente.
—¿De qué forma surgió?
—El primer año que vine a Ibiza quería observar cómo se comportaba la gente, lo que se movía y fluía de la isla, los problemas locales y la política, no solo la fiesta. Es difícil porque soy un invitado pero quiero serlo de manera buena y positiva, busco aprender y entender lo que pasa y quiero estar en armonía con toda la isla. Me di cuenta de que en todos lados había un artista cabeza de cartel de renombre y 4 o 5 artistas secundarios pero la gente se enfocaba en el más importante. Entonces pensé en mi fiesta, sabía que no quería demasiados artistas y surgió la idea de Solomun+1.
—¿Por qué Solomum+1?
— Quería solo un artista invitado, uno bueno que me guste su música y ya está. De esta forma la noche está focalizada en el artista invitado y en mí, los dos al mismo nivel. Otra idea fundamental fue cambiar la cabina y situarla en medio de la gente. Ha sido algo muy comentado y criticado, pero muy positivo. Estoy en medio de todo y puedo sentir todo lo que ocurre a mi alrededor.
—¿Es importante para usted estar en contacto con el público?
—Mucho. Quiero estar conectado y cerca de la gente, divertirme con ella, sentir la pasión de lo que hago. A veces es demasiado feedback y agradezco cuando tengo que ir a un festival porque hay más distancia, pero de todas formas me encanta. Pinchar de este modo permite que la gente te pueda sentir, tocar, oler… además, me gusta bailar con la música y comunicarme con la gente que está bailando, ver cómo se mueven y sonríen.
—En los años 70-80 la cabina siempre estaba en medio de la pista en algunas discos de la isla.
—Ah, no lo sabía.
—¿Cómo selecciona al +1?
—Por la conexión y la amistad que tenemos, a muchos los conozco desde hace años y me gusta la música que ponen.
«Tengo una visión más moderna y colorista del house y del techno y me gusta pinchar de todo»
—Pero los artistas son todos muy diferentes entre sí.
—Eso es todo un reto para mí. En el caso de Richie Hawtin estaba muy entusiasmado ya que somos muy diferentes, pero me encanta. Richie es un visionario, un creador, muy trabajador, nunca duerme, siempre está creando. Estuvimos hablando un día sobre hacer algo juntos y aceptó, a él también le gustan los retos. Es único, tiene un estilo muy diferente a todos los demás, es inimitable. Antes del set estaba realmente nervioso, no sabía qué pinchar con él, los dos estábamos realmente entusiasmados. El back to back fue muy bueno, la sesión fue genial, estoy muy contento del resultado. Si tuviera que repetirlo sería demasiado agitado para mi corazón.
—Ha trabajado con otros artistas como Sven Väth, Paul Kalkbrenner. ¿Qué estilo de música busca en sus invitados?
—Este fue otro concepto totalmente diferente porque Paul Kalkbrenner tocó en directo. Todos los artistas pinchan en directo antes de que yo empiece a tocar. Nos conocemos desde hace muchos años de Hamburgo y Berlín. Después de muchos años nos hemos reencontrado, me pidió que hiciera un remix para él y le gustó. Paul no era para nada fan de Eivissa, pero a veces hay que darle otra oportunidad al lugar. Confió en mí y pinchó en directo en mi fiesta con gran éxito.
—Usted maneja muchos estilos en una sesión y es difícil de encasillar. ¿Se atreve a definir la música que pincha?
—Mis raíces vienen del hip-hop y R & B pero ahora pincho house y techno. Tengo una visión más moderna del house y el techno más colorista, puedes poner una buena canción con vocales, otra melódica y otra de beat, no tiene que ir solo en una dirección. Me gusta más el viaje multidireccional ya que en función de la conexión con la gente pones una cosa u otra.
—¿Le gusta introducir el hip-hop en sus sesiones?
—A veces me gusta terminar una sesión con una canción de hip-hop por pura diversión. Es simpático porque la gente no lo espera.
—¿Le gusta sorprender?
—Nos dedicamos a poner música y a divertir al público, así que ¿por qué no pinchar una canción especial de lo que sea: hip-hop, un tema de los 80 o de un grupo de música indie al final de la sesión? Un dj tiene que mostrar algo más que no sea solo house y techno.
«Lo curioso de ibiza es que nunca sabes lo que va a pasar el año que viene. Eso es lo bueno y bonito»
—¿Cómo ve el momento actual de la música electrónica?
—Estamos viviendo un gran momento. La escena musical está creciendo mucho, con las nuevas generaciones de los últimos 10 años como nosotros, Jamie Jones y tantos otros que están haciendo un gran trabajo para diversificar y expandir la música. Con internet la gente del mundo entero está conectada y puede seguir la música y las nuevas tendencias. Esto hace que el mundo sea más pequeño pero la música más grande y tenga más seguidores que nunca.
—Ibiza es la meca de la música electrónica pero la isla está cambiando hacia un turismo más selectivo que quizá no aprecie la música como los clubbers. ¿Cómo ve Eivissa en el futuro?
—Lo curioso de Ibiza es que nunca sabes lo que va a pasar el año que viene, es lo bueno y bonito de la isla. Ibiza es cada vez más importante en la escena de la música electrónica, la isla brilla por sí misma pese a que habrá siempre gente que no le gustará o que nunca ha estado y juzga. Lo que pasa aquí es alucinante, están los mejores artistas de la escena musical del mundo tanto del panorama EDM (Electronic Dance Music) o underground. Es un lugar maravilloso para salir y pasar las vacaciones y por ello es importante encontrar una equilibrio entre los residentes, los turistas y el negocio del ocio nocturno, lo cual es complicado.
—¿Vamos en buena dirección?
—No tengo ni idea, no lo sé, no tengo experiencia a largo plazo, me falta la perspectiva de cómo era la isla hace 10 o 15 años para comparar si antes era mejor o no.
—¿Qué es lo que más le gusta de lo que conoce?
—El sol y la luz, que casi todos los días del están presentes. Para un chico como yo que viene de Hamburgo esto significa mucho. Aunque tengo la suerte de viajar mucho, tengo la oportunidad de ir a Los Ángeles, Méjico… Aquí hay playas maravillosas, naturaleza, espíritu de isla, sitios tranquilos en el campo. Cuando vuelvo a ciudades como Hamburgo me quejo del ruido porque me acostumbro muy rápido a la paz que emana la isla.
—Usted pincha en Pachá pero ahora también en lugares al aire libre como Destino o Ushuaïa, ¿qué prefiere?
—Me gustan las dos cosas, no tengo preferencia. Estoy muy agradecido de poder pinchar en diferentes atmósferas. Si haces lo mismo todos los fines de semana llegará a ser aburrido, pincho en festivales, clubs más grandes o pequeños y esta mezcla es más interesante.
—¿Cambia la música que pone de un sitio a otro?
—Por supuesto. La selección que tengo varía en función del público. Algunas canciones llegan a la gente de diferente modo si estás dentro o fuera pero no hay una gran diferencia, quizá el 30%.
«El terrorismo afecta a la música y a todo el mundo pero tenemos que convivir con ello»
—¿Seguirá con su noche en Pachá el año que viene?
—Es una muy buena pregunta. He aprendido en mi vida que no se puede planear mucho las cosas. Nos sentaremos a valorar y decidimos juntos cuando llegue el momento. Me tomo unas semanas de silencio, hago detox y luego vuelvo a la superficie. De momento no veo razón para cambiar, estamos muy contentos, tenemos una fiesta con mucho éxito y trabajamos cada semana con ilusión. Estamos en buena sintonía con todo el equipo y la discoteca, es un buen matrimonio y para mí esto significa mucho, gracias a Dios la marca va muy bien.
—En la escena nocturna local es habitual ver visuales, espectáculos, gogós y entretenimiento para el público en cualquier fiesta pero usted prefiere enfocarlo más en la música, ¿por qué?
—Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Marco Carola en su slogan ‘it’s all about music’. Lo más importante es la música. En mi fiesta hay una gogó a cada lado y en el vip hay unas cuantas más pero no destacan mucho. La iluminación es muy importante por eso estoy muy contento de que este año tengamos un gran profesional como técnico de iluminación que viene de Berghain (Berlín) y ha marcado la diferencia con respecto al año pasado. La iluminación es muy importante en mi evento.
—¿No siente presión cuando la atención se centra en usted?
—No lo siento así, he aprendido con los años. Soy una persona a la que le gusta estar más en la sombre que en el punto de atención, en mi trabajo sé que el foco está sobre mí pero es así. Me gusta sentirme libre, cómodo y mostrar mi parte humana con mis cosas buenas y malas, quiero mostrar mi trabajo de esta forma.
—¿Viajar por el mundo en estos momentos difíciles en los que convivimos con problemas de inseguridad afecta a la música? ¿Se siente víctima de este fenómeno?
—Afecta a todo el mundo. Hemos cambiado por la tristeza que produce el terrorismo pero tenemos que vivir con ello y manejarlo como podamos. La realidad es que no estás seguro en ningún lugar del mundo. Nuestro trabajo es hacer a la gente feliz con la música y eso es lo fundamental, hay que olvidar, relajarse, pasarlo bien y ser feliz. Nos ha tocado vivir en un mundo difícil.
—¿Ha sufrido las consecuencias del terrorismo en algún momento?
—Tuvimos que cancelar un festival en Estambul; era un evento que tuvo mucho éxito pero tras los atentados, la crisis en el país, la revuelta militar… no tuvimos más remedio. Queríamos seguir adelante por el público y mantener el festival pero no podían garantizar nuestra seguridad. Era un evento para 8.000 personas y no se podían arriesgar a que pasara algo, fue muy triste tener que suspenderlo.
—En los 80-90 la música era el vehículo para lanzar mensajes a la gente. Con la música electrónica parece imposible ya que cada vez hay menos letras y melodías. ¿Se puede enviar un mensaje de paz y armonía mediante la música techno?
—Lo bueno es que hoy en día tienes toda una noche de experiencia, no es solo una frase o una canción, hay una experiencia que no olvidarás. Si un dj puede crear este momento mágico para la gente, puede ser algo increíble.
—Hay millones de canciones en internet ya que todo el mundo puede producir y subir su tema libremente a la red. Existe mucha variedad pero también mucha basura musical.
—La música es algo muy personal y es cuestión de gustos. Lo que a uno le puede parecer malo a otro puede encantarle. Me llegan muchas demos y algunas son verdaderamente dolorosas de escuchar. A veces escucho 300 canciones hasta que casi me sangran los oídos y es un suplicio. Sin embargo en ocasiones escucho 20 canciones buenas y ya me da un subidón de energía que me alegra el día. Da igual qué tipo de música sea, siempre habrá por lo menos cinco personas a las que les guste una canción, eso es lo grande de la música.
—¿Cómo lleva los sueños?
—Cuando mejor duermes es cuando no sueñas porque el sueño es el parque del demonio. Cuando ceno mucho duermo muy mal y tengo pesadillas como el resto de los humanos.
—¿Cual será el próximo estilo influyente de la electrónica?
—Continuamos el camino, es lo que llaman la escena del underground. Es difícil decir el próximo año tomaremos esta o aquella dirección. Antes estaba más definido todo, podías decir este año ha sido más deep-house, old-school o puro techno pero desde hace tiempo es complicado definir qué es novedad. Últimamente se ha visto más old trance pero esto ya se venía introduciendo. Es interesante ver lo que están haciendo los grandes djs del EDM porque ellos indagan en lo que hacemos nosotros. Hay muchas direcciones en la música actual y es difícil encontrar algo nuevo, se trata de encontrar elementos novedosos e ir introduciéndolos como se ha hecho con los ritmos africanos. De momento no hay nada nuevo, no hay solo una dirección.