Público y artistas pidieron «paz y música para esta nueva era» en Las Dalias

El grupo Hot Ice Collective protagonizó uno de los momentos más mágicos del evento, versionando a grandes estrellas del rock

Las Dalias se convirtió el pasado miércoles en un auténtico festival para homenajear el concierto de rock más conocido de la historia: Woodstock. Con más de 4.000 visitantes, el evento reunió a los amantes del rock más puro entre sus coloridos muros.

Las food trucks acompañaron el festival con comida de todas partes del mundo.
Las food trucks acompañaron el festival con comida de todas partes del mundo.

Desde las 11 de la mañana, un centenar de curiosos paseaban por el recinto esperando con impaciencia que la música hiciera su aparición.

Los primeros en llegar fueron las familias con niños, quienes se apoderaron de la zona infantil mientras sus padres bailaban al ritmo de bandas como My Generation y The Brand New Hippies. El sonido de los dj también acompañó a los asistentes durante toda la jornada.

Sala de proyecciones. Fotos: Sergio G. Cañizares
Sala de proyecciones. Fotos: Sergio G. Cañizares

La sala de Las Dalias se convirtió en un espacio interactivo. Una instalación de visuales vestía sus paredes con imágenes del festival del 1969. Las fotografías originales de Baron Wolman, fotógrafo oficial del evento, colgaban en sus muros, además de un documental que se proyectaba en la pared frontal.

El momento mágico del día llego con el concierto de Hot Ice Collective Ibiza tributando en el escenario principal a grandes figuras como Janis Joplin, Joe Cocker, Santana y Jimi Hendrix.

Hasta 30 artistas diferentes participaron en el homenaje.
Hasta 30 artistas diferentes participaron en el homenaje.

Miles de personas coreaban las canciones con las manos en el aire, mientras que el cantante Paul Powell pedía paz y música para esta nueva era, un momento en el que el espíritu de Woodstock invadió Las Dalias por completo. Al caer la noche, un espectáculo de visuales iluminó el escenario mientras la música no dejaba de sonar.

El dj Lenny Ibizarre se encargó de cerrar el festival con sus ritmos eclécticos, mientras cientos de personas aplaudían al unísono.