La temporada veraniega de 2017 no está siendo tan buena como esperaban los empresarios del gran negocio de la playa después de un año récord. Los beach clubs, chiringuitos y restaurantes de playa viven pendientes del tiempo, a veces de un rayo de sol, o del buen estado de la mar, y este verano ha habido altibajos en pleno agosto y unas lluvias torrenciales inesperadas que han causado daños a muchos locales a pie de playa.
A esto hay que sumar la dura competencia de un sector que no para de crecer, modernizarse y ofrecer nuevas alternativas al sol y playa, pero no todo es montar una mesa y una sillas cerca de la costa. El gran negocio de la arena ha logrado en una década cambiar los hábitos y costumbres de cómo ir a la playa a comer, bañarse o relajarse y se ha convertido en una poderosa industria que ofrece gastronomía, música, moda, espectáculo cócteles y sueños.
El beach club se ha transformado en algo diferente que abarca un amplio horario, desde el desayuno a la madrugada, y ha desarrollado un nuevo concepto de ocio diurno y nocturno que compite con otras ofertas de entretenimiento.
El sector del lujo ha encontrado en los beachs un terreno perfecto para desplegar una nueva forma de comer, beber y divertirse bajo el sol y las estrellas, con una gastronomía de lujo que fusiona la cocina tradicional de Ibiza y Formentera con la mediterránea, internacional, japonesa y hasta la vanguardista nikkei. La carta de sabores en la playa es también un reflejo de los cambios de la restauración en las islas con chefs y restaurantes de primer orden que atraídos por el poder de la marca Ibiza y su proyección internacional buscan tener un escaparate culinario en la isla de moda y del lujo .
El ‘beach club’ ha desarrollado un nuevo concepto de gastronomía y ocio diurno y nocturno bajo el sol y las estrellas
La forma en que sirven los platos de diseño, bien en la mesa o con servicio directo de zodiac a los yates, ha marcado igualmente otra forma de entender y fomentar la gastronomía de arroces, bullits, calderetas, pescados, sushis, sashimis o tapas de diseño o de vanguardia.
La música juega ya un papel vital y fundamental en la playa. Los dj’s se han apoderado del hilo musical y del chill out para situar en los altavoces el progressive house o el deep house suave. La música en directo también se ha transformado con saxofonistas, percusionistas, violinistas o guitarristas en vivo acompañando los temas de moda que pincha el dj.Esta transformación incluye también a los performances, bailarinas, gogós y exhibicionistas del fuego y la magia.
La música juega ya un papel fundamental en la playa. Los dj’s se han apoderado del hilo musical de los ‘beachs’
Todo el entorno del antiguo bar de playa o chiringuito ha desaparecido para dar paso a una propuesta atractiva, dinámica y divertida en cualquier momento del día y parte de la noche. Incluso la moda ha irrumpido con fuerza en este nuevo mundo de ocio con boutiques propias en los beachs que ya no solo venden bikinis o ropa de playa sino trajes de cóctel, kaftanes, túnicas, kimonos, pañuelos, accesorios, bisutería y complementos para estar más guapa y al día a pie de playa.
Cómo vestir en la playa
La forma de vestir para ir a la playa o a un beach de lujo o de renombre también ha sufrido un cambio estructural, sobre todo entre las mujeres. Lo que antes se solucionaba con un simple vestido ancho, gracioso y de telas suaves, un sombrero de paja y la cara lavada, hoy en día requiere de diseños prêt à porter de reconocidas marcas, tacones imposibles para andar por la arena, bolsos caros, maquillaje, joyas, accesorios y sombreros extravagantes y exclusivos que denoten quién es la portadora de un look tan estudiado.
A la playa ahora hay que ir guapa, maquillada, enjoyada y beautiful, especialmente si se baja de un yate de lujo o una impresionante mansión flotante.