Sentarse a la mesa en un buen restaurante a la orilla del Mediterráneo y empaparse de una excelente gastronomía es un placer al que nadie debería renunciar. Malibú Beach Club es el lugar ideal para hacerlo. Situado en pleno Parque Natural de ses Salines, en una de las playas más aclamadas de la isla, este restaurante es un grato descubrimiento para todos sus clientes, sean residentes o visitantes.
Con una extensa historia a sus espaldas, este beach club continúa con su filosofía de siempre de ofrecer la máxima calidad gastronómica, un servicio impecable y bienestar a sus comensales. Desde las diez de la mañana hasta la puesta de sol, Malibú Beach Club sirve ricas frutas y zumos y una extensa carta mediterránea fusión asiática ideal para aquellas personas que sientan pasión por descubrir nuevos sabores, sin perder la esencia de las raíces.
Los cócteles de creación propia son otro motivo de sorpresa para el comensal
Los pescados frescos no faltan en la carta de este restaurante, y esta temporada la cocina ha hecho un esfuerzo por incorporar una nueva gama de arroces que deleitarán a los paladares más exigentes.
Todos los días hasta el atardecer también es posible saborear cócteles clásicos pero también de creación propia, muchos elaborados con frutas tropicales que son el complemento perfecto a una jornada de relax en buena compañía.
Las aguas cristalinas del Mediterráneo a solo unos metros, la fina arena blanca de la playa de ses Salines, una vista de impacto y un ambiente muy cosmopolita son atractivos imprescindibles de uno de los máximos referentes del verano ibicenco.