Space Ibiza comenzó ayer su vigésimo séptima temporada, última bajo el mismo nombre y la gestión de Pepe Roselló. El evento, con carisma de festival, comenzó a las 16:30 de la tarde y se alargó hasta que la luz del día iluminó las paredes de la mítica discoteca de Playa d’en Bossa. A los cinco escenarios habituales, Space sumó el ya característico Open-air Stage en la última entrega de su Opening Fiesta.
Los allí presentes respiraban ese ambiente a noche especial, a estar escribiendo una página en el libro de la historia de Ibiza. Más de treinta artistas, un despliegue visual soberbio y miles de personas formaban una ecuación con resultado de evento carismático y único. Space Ibiza es un lugar diferente en el globo terráqueo, es aquel club en el que puedes ver a su dueño bailando a escasos metros de miles de personas disfrutando como hace 27 años. Space es cercanía, es tradición, y por supuesto es, como diría Roselló, «música, música y música».
El Open-air Stage brilló de forma singular con un espectáculo de luces y visuales tridimensionales acompañado por la música de grandes artistas entre los que destacaron Dennis Ferrer, Erick Morillo y Booka Shade en el exterior, mientras que Roger Sanchez, Sasha, Hector, Technasia y Edu Imbernon hicieron lo respectivo en el interior.