Lo que nació como una forma de celebrar ‘guateques’ entre amigos en las antiguas azoteas del Soho de Nueva York ha ido evolucionando con el tiempo para convertirse en un nuevo negocio de ocio desde las alturas.
Los arquitectos y emprendedores neoyorquinos trasladaron la celebración amistosa a las azoteas de los modernos rascacielos de Manhattan convirtiendo las azoteas de algunos edificios en roof terrace. Un espacio único donde comer, cenar, tomar copas, escuchar música de jazz o éxitos de todos los tiempos en vivo, desde las alturas con una vista impresionante hacia la ciudad, el río o el sky line de la Gran Manzana neoyorquina.
La moda de las ‘roof terraces’ o ‘azoteas de lujo’ nació en los rascacielos de Nueva York y se extendió en las nuevas edificaciones de las grandes urbes asiáticas y ahora Ibiza
A la moda de esta nueva forma de degustar una gastronomía diferente on chefs y cocinas de vanguardia se le unió el arte y la música en palabras mayores con renombrados pianistas y artistas tocando en vivo. Las fiestas y celebraciones proliferaron y las roof terraces ganaron cada vez mas altura para convertirse en Roof Top (última azotea).
Incluso algunos rascacielos de finales del siglo XX se construyeron pensando en la ubicación de diferentes roof terraces y un roof top en el mismo inmueble. Cenar y escuchar música se acercaba cada vez más al cielo en las grandes ciudades americanas donde la temperatura permite estar cerca de las nubes.
La explosión arquitectónica de las grandes urbes asiáticas copió el modelo americano y lo convirtió en un atractivo importante de las nuevas edificaciones de lujo en Shangai, Hong Kong, Singapur, Kuala-Lumpur y Bangkok, entre otras ciudades. Las roof terraces pasaron a convertirse en una atractivo de lujo y de negocio importante para los grandes hoteles-rascacielos y las construcciones más vanguardistas del diseño arquitectónico.
El fenómeno se extendió como la espuma por Asia a la sombra del potente crecimiento de la economía de China, Tailandia, Singapur, Malasia y la arquitectura asiática. Ahora es un lugar de visita más de la ciudad con impresionante vistas panorámicas sobre bahías, puertos, ríos o ciudades. Cuanto más sube el sky line de una urbe más alto es el roof top, que ha pasado a formar parte de las necesidades de un edificio importante o de los sueños de diseñadores y arquitectos.
El nuevo turismo de lujo de Ibiza ha creado también la necesidad de aprovechar las antiguas azoteas de los hoteles y edificaciones y convertirlas en un nuevo negocio de gastronomía, música y ocio nocturno en su mayoría.
En solo una década se han inaugurado en la isla catorce roof terraces o azoteas de hoteles y solo en el verano de 2016 se han incorporado cinco nuevas ofertas desde las alturas para divisar impresionantes vistas del mar, la costa, los puertos deportivos o la ciudad antigua. El pionero de este nuevo movimiento fue el Ocean Drive situado al final de la Milla de Platino de Ibiza, donde está situado también la terraza de Heart Ibiza con vistas al puerto y Dalt Vila. El Hotel Royal Plaza no se ha resistido a la tentación de abrir su terraza con vista a Dalt Vila y el sky line de Ibiza.
El Hotel Aguas de Ibiza presentó hace cuatro años su restaurante terraza Vi Cool en su azotea con panorámica sobre el puerto de Santa Eulària, le siguió el remozado ME, de la Cadena Meliá, que presentó su moderna oferta de roof terrace. También en Santa Eulària se encuentra El Sol Beach House Ibiza de la cadena Meliá. El grupo Iberostar ha inaugurado este verano su oferta de restaurante y beach club con el Sea Soul en la zona de s’Argamassa.
De momento se concentran tres azoteas de lujo en Platja den Bossa en los hoteles Ushuaïa Tower, Hard Rock Hotel (The Ninth) y el nuevo Hotel The New Algarb. Le sigue muy de cerca Figueretes que cuenta con el Sky Bar del hotel Es Viver y el recien inaugurado One Ibiza Beach Suites, de la familia Verdera.
El Sol House Mixed by Ibiza Rocks en Playa Punta Pinet de la Cadena Meliá se ha incorporado también este año. Lejos del mar, en pleno campo y en el corazón de la ebullición de Santa Gertrudis está el nuevo proyecto ibicenco del original Hotel Gatzara.