—¿Cómo ves la nueva temporada en Ibiza?
—Hay muchos cambios. La isla a nivel musical se está convirtiendo en algo muy comercial, quedan pocas sesiones underground. Da la sensación como si quisieran filtrar el público, que por una parte es bueno para la isla pero afecta al sector de la música no comercial.
—¿Se asocia música comercial a público con dinero?
—Quizás el público con gran poder adquisitivo no presta tanta atención a la música, le gusta más pasarlo bien con sus amigos, lo cual es respetable pero afecta a proyectos más underground.
—¿Qué significa estar en la última temporada de Space y Carl Cox?
—Es muy especial y todo un orgullo que Carl haya querido contar con mi equipo. Por otra parte estamos muy emocionados porque da mucha pena. Yo creo que en la sesión se va a notar muchísimo porque tanto Carl, como su equipo, como los Djs lo vemos como un año muy especial.
—Un año de cambio. ¿En qué ha cambiado la isla desde la primera vez que viniste?
—Ahora se ha masificado todo demasiado. Llevo viniendo a Ibiza desde hace 14 años y antiguamente era todo como una especie de gran familia. Ahora es masiva, todo el mundo quiere venir a la isla, conocer Pachá, Space… Antes quizás tenía más magia, los Djs nos íbamos a ver más entre nosotros. Había más esencia propia. Ahora también hay un turismo muy potente, y eso es muy bueno para la isla, pero se pierde cada año un poquito más de su esencia.
—Tras 25 años de carrera. ¿Cómo has visto tu evolución?
—Ha sido como una especie de fusión entre el lado experimental de Cristian Varela a nivel electrónico con la parte mas compositora. Mi faceta como músico necesita más de la parte experimental y viceversa. Eso ha sido un poco mi desarrollo, cada vez una parte ha complementado más a la otra.
—¿Y en las cabinas?
—Sigo utilizando vinilos, para mi es totalmente esencial. Y luego añado algunos instrumentos por encima. Platos, Ipad, sintes…. Es como una fusión de la tecnología de ahora con la de antes.
— Varelive es más que un directo. ¿Qué grado de improvisación tiene?
—Está basado en el real time. Llevo algunas estructuras que controlo con las pantallas y luego uso diferentes máquinas. Según la estructura que llevo disparada voy tocando todo en tiempo real.
—¿Ha sido complicado el desafío de llevarlo a cabo?
—Quería hacer algo muy distinto. Incluso en cada track intento que cada máquina sea protagonista para que tengan su momento. Me ha costado actualizarlo y conseguir esa unión entre tiempo real y organización para que la gente pueda ver exactamente que estás haciendo. Por eso escogí las pantallas táctiles transparentes. Me gusta que la gente vea que es un directo real, no solo una controladora y subir pistas, que mucha gente lo llama directo y no lo es.
—¿Cómo ves la escena del live? ¿Hay falta de creatividad?
—A veces los artistas se dejan llevar demasiado por las tecnologías y se envaguecen. En el 2001 o 2002 recuerdo que cuando hacía directo llevaba tres percusionistas, yo tocando teclados, vinilos… Dejé de hacerlo más que nada por toda la infraestructura que necesitaba. Me quede con esta imagen del live y eso es lo que quiero hacer ahora actualizado. Me tomó tiempo decidirme y estuve viendo actuaciones de otros artistas y no era lo que estaba buscando. Algunos se están acomodando en el tema del directo. Para que te la vas a jugar tocando algo si ya lo tienes todo sincronizado.
—Varela Concept es un proyecto de mucho más ambiente, menos enfocado a la pista de baile. ¿De dónde surge?
—Es curioso. La manera que tengo de relajarme en el estudio cuando estoy produciendo Techno es ponerme un sinte con pads durante media hora. Empecé a grabarlos y hoy en día tengo cientos de temas hechos en la recámara. Luego ya empecé a terminar los tracks y surgió Varela Concept. A lo mejor suena un poco a locura pero también es música enfocada a la naturaleza.
—Es una música que entra muy bien al oído, muy relajante.
—La sociedad actual necesita parar, meditar, ver hacia donde quiere enfocar su vida. Vivimos demasiado rápido, la sociedad no se para y la verdad que creo que esta música viene realmente bien para relajarse. Se está perdiendo nuestra conexión con el entorno, con la naturaleza, espero que con este proyecto ayude a la gente a que retroceda y piense.
—¿Club o festival?
—Club siempre, es mucho más cercano. Alguno incluso me ha puesto su abrigo encima de un plato pensando que era el ropero (risas)
—¿El mejor público?
—El japonés. Lo viven todo con mucha devoción y se estudian mucho tu música antes de verte. Además tienen mucha energía.
— ¿El último artista que hayas escuchado y te haya dejado totalmente impresionado?
—Hans Zimmer. Para mi es como el J.S. Bach o Mozart de la actualidad, un auténtico genio. Sus bandas sonoras son auténticos trajes a medida de las películas.