Que Ibiza es actualmente uno de los lugares del mundo que más dinero pone en movimiento es algo más que evidente. Cada año, turistas de todas partes del mundo aterrizan en Ibiza con la intención de pasar unos días -cinco concretamente dice la media- en grande y gastar cantidades ingentes de dinero. Uno de las primeras vías de escape de ese dinero son las entradas a las discotecas, guste o no el principal foco turístico de la isla. ¿Pero cómo nos podemos hacer con esos valiosos papeles?
Al contrario del resto del mundo, la venta de entradas en papel continúa a pleno rendimiento en Ibiza.
El negocio de la venta de entradas anticipadas sigue funcionando en Ibiza a la vieja usanza, al contrario del resto del mundo. A pesar de vivir en la época digital, la isla sigue manteniendo al papel como el rey de las opciones de venta. Son pocos los aventurados que se acercan a Pachá, Amnesia o Space con su ticket adquirido de forma digital y muchos de estos asistentes se dejan atrapar por las artes seductoras de los millones y millones de puestos de entradas que copan hasta el último rincón de la isla.
La isla sufre un estado de masificación de esta oferta especialmente en Sant Antoni o Platja d’en Bossa.
«¿Tickets para Ushuaïa?» o «Space, tickets para Space» son las frases más oídas en Platja d’en Bossa. Se dice que hoy en día es más fácil colarse en el Pentágono que recorrer su avenida principal sin que nadie nos pregunte si tenemos intención de comprar alguna entrada para cualquier, y esto es en sentido literal, discoteca. Los ‘puestecillos’ ofertan entradas de cualquier rincón de la isla, y si no los tienen, te los consiguen antes de que tengas la opción de decir cualquier otra cosa.
Cifras
Entrando en términos estadísticos, aunque las cifras están lejos de ser exactas, la fiesta que más vende un año más es F*** Me I’M Famous, la ya mítica residencia del francés David Guetta cada jueves en Pachá. El fin de Avicii en la isla ha conseguido que la fiesta del artista sueco continúe un año más entre las más vendidas de la isla. El bastión de Carola, llamado Music On, cada viernes en Amnesia, o Carl Cox los martes en Space, lideran la venta entre las fiestas de carácter underground.
Cada puesto de este mercadillo ambulante pertenece al local donde esté establecido. Uno de los principales problemas que esto genera es la masificación de la oferta, y no sólo por sentirse uno más acosado que Justin Bieber tomando el sol en la playa de Ses Salines, si no que están inundando ya el suelo público. Y esta historia se repite, de igual forma, en Sant Antoni. A pesar de los intentos de las autoridades por regularizar estos trabajos, principalmente en Platja d’en Bossa donde hay un impuesto para todo local que quiera repartir publicidad, los puestos de tickets siguen comiéndose la acera año tras año.
La isla de Ibiza continúa un año más igual, los atascos mandan en agosto, los carteles inundan sus calles y las entradas siguen siendo uno de los sectores más fuertes del ocio nocturno pitiuso.