Ushuaïa Ibiza Beach Hotel volvió a ser el foco de todas las miradas durante el fin de semana de cierres más importante de la temporada. El pasado sábado, el beach hotel puso punto y final de una manera abrumadora, y copada de súper héroes musicales , su extraordinaria sexta temporada. La isla blanca volvió a acoger una de las mejores fiestas que se han vivido durante el verano, con ocho actuaciones que quedarán en la retina de las miles de personas que, durante más de 12 horas de música ininterrumpida, bailaron sin parar bajo el sol de una Eivissa más brillante que nunca.
Los aledaños de Ushuaïa Ibiza Beach Hotel ya hacían prever una tarde completamente diferente e invitaban a explorar un mundo fascinante creado para la ocasión. Una carpa gigante con pantallas y efectos visuales dejaban ver a superhéroes y científicos que regalaron a los asistentes 7.000 capas de los característicos personajes.
La gran fiesta de clausura dio comienzo con el tech house del chileno que esta temporada ha consolidado su carrera tanto dentro como fuera de Eivissa: Francisco Allendes. Al mediodía, el público de Ushuaïa ya iba entrando completamente caracterizado y dispuesto a despedir un nuevo verano. A las 2 de la tarde y con el sol calentando el resort, los focos pasaron a apuntar a Lauren Lane. Los oscuros y elegantes sonidos de la talentosa artista hicieron vibrar, y mover las piernas, de unos asistentes que se dejaron seducir sutilmente por el beat de la productora americana.
Tras Lane, el hechicero saltó a escena. El brujo de los sonidos y capitán del aclamado sello Crosstown Rebels, Damian Lazarus, cargó de su misticismo especial toda la isla durante su actuación. El británico realizó un set diferente y enérgico difícil de olvidar. Bailarinas completamente mimetizadas con el entorno y actores caracterizados con paranormales poderes se mezclaban con una masa completamente entregada para la ocasión y que al llegar el ecuador de la jornada enloqueció con la aparición del representativo Andrea Oliva.
El suizo es el verdadero capitán de la nave Ushuaïa, el gran héroe que lidera cada fiesta, y es que nadie como él maneja el tech house oscuro que enamora cada semana al público del hotel de fiesta más famosos el mundo. El suyo fue un viaje sin precedentes, en el que brilló como siempre, y que sirvió para dar pie a la siguiente actuación: Black Coffee. El diamante sudafricano lanzó hace meses su álbum más íntimo, ‘Pieces Of Me’, toda una delicia de house con tintes tribales que se hizo con la crítica y el público. Durante su actuación, el dj y productor dio un nuevo sentido a la palabra música, llevando su concepto hasta un nuevo nivel de energía y pasión.
Al caer la noche, la decoración del escenario, las proyecciones de los visuales en las pantallas LED y las torres de la peformance se erigieron también en protagonistas. Pirotecnia, chorros de CO2, confeti y un cañón de luz con la Súper U sobre la fachada de Ushuaïa Tower completaban la imagen de lo que conformó una noche que pasará al recuerdo. Y con el groove por bandera, la fiesta continuaba a manos de los herederos del house neoyorquino, The Martinez Brothers. Ver a esta pareja en acción es sentir un loop constante de adrenalina y buenas vibraciones demostrando por qué son ahora mismo una de las formaciones más en forma y mejor valoradas dentro de la siempre competitiva escena de Ibiza.
Los americano dieron paso al épico set de su compatriota Seth Troxler, uno de los nombres más aclamados de la electrónica internacional. El carisma del de Míchigan se apoderó de todo el público el cual no pudo dejar de bailar un solo segundo al ritmo de su difícilmente catalogable sonido. Una delicia para los sentidos que adelantó el gran cierre de la noche, la combinación de él mismo con The Martinez Brothers en un b2b histórico.
El trío, que lleva años elevando el house al cielo y dirige el sello Tuskegee, fue el colofón de una jornada espectacular, ambientada en el mundo del cómic y dirigida por unos protagonistas sobrenaturales, y por supuesto musicales, que hicieron de nuevo los sueños realidad. Una actuación en la que los tres jóvenes artistas se fundieron en uno solo llenando el beach hotel de sonrisas y terminando el set con un emotivo discurso ideal para cerrar una noche perfecta.