El megabrote de coronavirus vinculado a los viajes de estudios ha trastocado totalmente los planes de desescalada que Govern y agentes sociales venían diseñando, según se afirma desde diferentes organizaciones empresariales, que pronostican que el acuerdo que esta tarde se alcance en la Mesa del Diálogo Social contemplará una congelación durante dos semanas de las actuales restricciones, o en todo caso por una reducción «simbólica» de las mismas. Incluso el presidente de la asociación balear de ocio nocturno (Abone), Miguel Pérez-Marsá, teme que la apertura de las discotecas, que debía de aprobarse esta semana, previsiblemente se aplazará, o en el mejor de los casos se autorizará con unas limitaciones tan importantes que en la práctica harán inviable que buena parte de estas empresas pueda volver a abrir sus puertas.
Los empresarios dan como seguro que el Govern no va dar pasos atrás y a poner sobre la mesa un nuevo aumento de las restricciones (como está sucediendo en otras autonomías), pero sí temen que se opte por mantener las actuales otros 15 días, o en todo caso se registren reducciones mínimas en las mismas. Incluso desde alguna patronal sectorial se defiende esta estrategia, al considerar que puede enviar un mensaje tranquilizador a los mercados emisores tras el deterioro en la imagen como destino que ha supuesto el megabrote de los estudiantes. También desde las organizaciones sindicales se aboga por una postura de extrema prudencia en el momento actual.
Pronóstico empresarial pesimista
Las patronales sectoriales consultadas creen que el brote de los estudiantes va a hacer que la escalada que hoy se pacte en la Mesa del Diálogo Social será nula o muy limitada, aunque sin pasos atrás.
Las discotecas, en la cuerda floja
Las discotecas temen que si su apertura se aprueba esta semana, sea con unas condiciones tan duras que hagan inviable su actividad, al tiempo que señalan que el retraso en esta medida puede suponer un obstáculo adicional.
Un aspecto a tener en cuenta es que la restauración, uno de los sectores que se ha visto más afectado por las medidas destinadas a frenar la propagación del virus, puede ya mantener una actividad prácticamente normal en las terrazas, aunque en los interiores el aforo sea del 50%, y permanecer abierta hasta las 2 de la madrugada.
Así que la clave de la reunión convocada para esta tarde radica en si finalmente se va a aprobar la reapertura de las discotecas (ya se hizo a mediados de junio con los cafés concierto y los pubs) como estaba previsto para el pasado día 2, aunque el Govern optó por aplazar una semana cualquier cambio. Y sobre este punto, el sector es pesimista. Según el presidente de Abone, el temor radica en que se aplace otros 15 días esa decisión, o que si se toma las limitaciones sean tan duras (como contar solo con el 50% del aforo o tener que cerrar a las 2 o las 3 de la madrugada) que hagan imposible rentabilizar el negocio, lo que implicaría mantener de facto paralizada la actividad de buena parte de estos establecimientos.
Las discotecas temen que su apertura tenga unas condiciones tan duras que hagan inviable su reactivación
Pero además, Miguel Pérez-Marsá es muy crítico con el retraso con que se puede dar luz verde a la apertura de las discotecas, ya que de acordarse hoy para su posterior aprobación el día 9, estos establecimientos necesitan entre dos y tres semanas para reactivarse. Eso implica que para el sector el verano podría limitarse a poco más de un mes (su clientela desciende con fuerza en septiembre), con la imposibilidad de contar ya con su tradicional personal extranjero o poder contratar a disc jockeys de prestigio al tener ya todos su agenda ocupada por estas fechas. Esa dificultad para completar sus plantillas, se lamenta, puede suponer la imposibilidad de reabrir las discotecas de mayor tamaño durante este verano, algo que se achaca a «los retrasos en la reapertura que no son achacables al sector».
La presidenta de la patronal CAEB, Carmen Planas, defendió ayer que se siga avanzando en «una desescalada controlada porque esta temporada turística nos lo jugamos todo», de ahí la necesidad también de dar una imagen de destino seguro.