Desde diminutas gemas a joyas de gran tamaño, purpurina de todos los colores, diamantes, perlas, lentejuelas, piedras cuadradas y redondas… Todos ellos necesarios para crear una verdadera obra de arte efímera en el rostro de muchos de los visitantes y turistas que pasan por Ibiza durante la presente estación estival.
Atrás quedaron los maquillajes caracterizados en animales; ahora la moda están en las joyas y el glitter en diferentes versiones.
Esta tendencia se está extendiendo por todos los clubs de la isla y cada vez pueden distinguirse más por su originalidad y precisión. Además, son muchos los locales que venden un kit formado por las diferentes joyas, pegamento y pinzas, para que el usuario pueda ponérselos por sí mismo. O bien pegárselos al unísono en forma de tatuajes, contando entre sus ventajas con una gran variedad de modelos y un módico precio.
Una década de color
Desde hace casi 10 años, muchos son los profesionales que se dedican a hacer body painting en diferentes puntos de la isla. San Antoni es uno de los centros neurálgicos de esta práctica pues, tanto para las fiestas de día como de noche, cientos de clientes demandan diferentes dibujos para su cuerpo. Desde dragones, tigres, leopardos y todo tipo de figuras étnicas, cualquier cosa que esté en la imaginación se hace realidad gracias a la destreza de estos artistas del dibujo y la pintura.
estas piedras realzan las facciones de la cara, tienen larga duración y se despegan fácilmente con agua tibia
Todo comenzó cuando un grupo de turistas acudieron a un local de Sant Antoni disfrazados de animales. Desde ese momento, cada semana los disfraces fueron perfeccionándose hasta que las telas y pelucas se convirtieron en un estorbo y se prescindió de ellas para que un diminuto bañador o bikini y la piel pintada fuera el mejor complemento posible. Así fue como nació la cultura del body painting destinado a lucirse en las fiestas en Ibiza y cada temporada dicha cultura creativa y visual va afilándose un poco más.
Los profesionales de la estética
Mar Carrión abrió su centro de estética One Million Look en 2012 en Platja d’en Bossa y su pasión por el maquillaje la llevó a ser una de las pioneras en este tipo de tendencias creadas especialmente para brillar en las noches de verano. Nos cuenta que buscaba una estética diferente y vio cómo en norteamérica las chicas utilizaban esta decoración de alta calidad en sus caras. Una vez que llegó a la isla, comenzó a maquillar a chicos y chicas cada tarde para las diferentes fiestas que tienen lugar en Platja d’en Bossa y alrededores. Además el servicio es muy rápido, ya que para un maquillaje facial bastan 10 o 15 minutos, tiene una duración de varios días y son fáciles de despegar, lavando la cara con agua tibia. Para su colocación se utiliza un pegamento especial que no daña la piel ni deja marcas.
En estos centros estéticos es muy común que un dj mezcle temas house y techno, al menos, una tarde por semana creando un ambiente propicio y muy dinámico para que ningún momento a lo largo del día esté exento de la mejor música y ambiente.
Strass también en las nupcias
Se usan mayormente para las diferentes fiestas y eventos que tienen lugar en la isla blanca. Aunque ha nacido una nueva variante en el mundo de las bodas, pues las novias piden unas pequeñas incrustaciones llamadas ‘strass’ que se colocan entre el lagrimal y los párpados. Fotógrafos nupciales cuentan a Diario de Ibiza cómo cada vez esta práctica se extiende más entre las novias, mayormente procedentes de Inglaterra, que celebran su ceremonia en diferentes calas del litoral enmarcadas en una privilegiada localización al aire libre, como por ejemplo son Cala Gració y Platges de Comte.