Hay hazañas que se recuerdan mucho tiempo y la de Maceo Plex del pasado 26 de julio tiene pinta de que va a pasar a ser una de ellas. El dj y productor afincado en Barcelona mostró durante un día el abanico de espacios fascinantes y distintas sonoridades que ofrece Ibiza a través de un viaje, también en sentido literal, conformado por diez sesiones en diez emplazamientos mágicos de la isla y en un intervalo de tan sólo 24 horas.
Maceo Plex comenzaría la jornada en la goleta de Pachá denominada Pachá 67 Sail Boat. El mar es uno de los elementos naturales de la isla, imprescindible para entenderla, y por ello el artista americano quiso comenzar allí un viaje musical tan místico. Tras ello, se fueron sucediendo los dj sets en lugares tan icónicos como Cala d’Hort, con sus privilegiadas vistas de es Vedrà, uno de los símbolos de Ibiza con una naturaleza imponente; el mítico chiringuito Sa Trinxa, situado en la zona de ses Salines desde la década de los 80 y donde se llevó a cabo una sesión festiva sin precedentes; el Festival Club de Sant Josep, una sala de fiestas abandonada con su energía entre decadente y mágica al más puro estilo rave y donde Bob Marley ofreció su primer concierto en España en los años 70; la parada en la conocida radio Ibiza Sonica; o el atardecer solemne desde el Hostal La Torre de Sant Antoni, con una atmósfera que evocaba sin ninguna duda al característico sonido balearic nacido años atrás en la isla.
Ideas transgresoras como esta recuerdan a aquella Ibiza irreverente y espontánea que años atrás enamoraba al público
No faltó tampoco una parada en la diminuta Mezcalería Mexiterránea para sorpresa de todas las personas que paseaban por Dalt Vila; Tantra, lugar de Platja d’en Bossa dónde se programó la pre-party oficial; ni por supuesto Pachá, donde Maceo Plex estuvo acompañado de Michael Mayer, Rebolledo o Patrice Bäumel. La jornada acabó en el Restaurante Elephant para poner punto final a 24 horas de viaje visual y sonoro.
Maceo Plex, ya consagrado este año como uno de los artistas más influyentes de la escena musical en la isla, sigue en su camino de diferenciarse del resto de propuestas a través de no sólo programaciones musicales arriesgadas, sino ideas transgresoras y que recuerdan, o al menos lo intentan, a aquella isla irreverente y espontánea que hace años enamoraba a turistas de toda parte del globo.
El artista americano ha conseguido consolidar a Mosaic como uno de los proyectos más solidos en la denominada escena underground de Ibiza.