Es uno de los djs más veteranos y con mejor conocimiento de la escena musical ibicenca desde hace décadas. Ha pinchado en casi todo los clubs, tiene su fiesta y marca propia y diversifica su actividad musical con la publicidad, esponsorización y otros proyectos relacionados con el ocio, la gastronomía y la música, sus tres pasiones. En esta entrevista desgrana el valor de pinchar en vivo para que el público viva un momento mágico acorde al ambiente del lugar. Wally López en estado puro.
¿Usted lleva muchos años pinchando en diferentes fiestas y locales de Ibiza ¿cómo ve el cambio de rumbo que ha tomado la noche y la música en la isla?
El cambio es ley de vida. Sí que es verdad que el cambio en el mundo de la música ha sido muy rápido en Ibiza, pero como en el resto del mundo. Me da pena que haya desaparecido Space pero se trata de empresas privadas y cada uno hace con su empresa lo que quiere. Ahora hay una novedad que es Hï Ibiza y lo hacen increíble también. Es como si nos hubiéramos puesto en contra del Lío porque el Divino nos gustaba mucho. La primera discoteca donde pinché fue El Divino, y al final son empresas y unos compran y otros venden. Hay una evolución, no sé exactamente si a mejor o a peor, pero es parte de la vida y del negocio en general.
¿Y cómo ve la evolución de la música electrónica?
Ha cambiado mucho, pero me gusta ver que hay gente como yo que está intentando volver un poco a las raíces, a pinchar en sitios más pequeños y a estar más en contacto con el público. En mi fiesta de Heart, ‘Heart Beat’, intentamos estar lo más cerca posible de la gente, nada de un escenario a lo lejos que nadie te pueda ver. He enfocado mucho el evento para la gente de Eivissa con música house y sonido Baleàric, que están sonando fuerte, otra vez, en grandes discotecas.
¿Hay que humanizar la música volviendo atrás?
Está siendo otra vez más humana, al fin y al cabo es lo que necesitamos y nos lo merecemos. Se olvida rápido que algunos de los que estamos aquí empezamos a pinchar por hobby y por pasión por la música en nuestras habitaciones de casa molestando a nuestros padres y vecinos. Hemos vuelto a reivindicar el trabajar con pasión para lograr que la gente se lo pase bien y sin postureo. Esto es lo que está pasando, nos tenemos que olvidar del postureo, que está pasado de moda ya.
¿El público se está cansando de la figura del dj estrella y busca algo más cercano para bailar y divertirse?
Exactamente, ya que es simplemente una persona que hace que te lo pases bien durante una noche.
Las discotecas empezaron con el dj en medio de la pista y luego se lo llevaron a un púlpito y un escenario.
Estás para que la gente se lo pase bien, no dando una clase magistral de música electrónica y que tomen apuntes de las mezclas que haces. Se trata de que el público disfrute de la música, baile y se divierta.
Usted ha intentado diversificar conceptos como dj y como profesional mediante la producción, musical, la publicidad y otras experiencias paralelas ¿Es un nuevo camino o es su forma de entender el negocio del ocio?
Es el camino que siempre he seguido. A mí siempre me ha gustado el marketing, soy una persona a la que le gusta crear y hacer cosas nuevas, soy una mente inquieta. Y dentro de esa inquietud están las marcas. Me chifla mi trabajo, pero si sólo pinchara me aburriría, me conozco bien y tengo muchas horas al día para hacer otras cosas. La colaboración con Sublimotion me da la oportunidad de acercarme a otro tipo de público y hacer algo diferente. Hacer que la gente tenga ganas de bailar después de un festín gastronómico sin estar yo presente y a través de un vídeo me parece divertido y espectacular ya que tengo que hacerlo con un trabajo audiovisual preconcebido y creo que hemos conseguido el reto.
«Nunca programo una sesión. me gusta ver el estado en que se encuentra el público»
Usar la tecnología está muy bien pero no entiendo que un dj llegue a una discoteca con un portátil o un USB con una sesión programada sin saber qué tipo de público se va a encontrar ¿Dónde está el arte de buscar, cambiar o modificar la sesión conforme al público que se tiene delante?
Nunca preparo una sesión, escucho mucha música a lo largo de toda la semana porque tengo un programa de radio que me obliga a escuchar mucha música pero nunca he grabado ninguna sesión porque me gusta sentir el estado en el que se encuentra el público. El ‘pregrabado’ tiene que ser un fastidio porque si no le gusta al público en ese momento estás obligado a seguir con algo que no tiene éxito.
¿Considera a ese tipo de dj’s programadores o artistas electrónicos?
La diferencia radica básicamente entre la gente nueva que salta directamente al estrellato y los residentes de toda la vida que hemos pinchado en garitos 12 y 14 horas. Tenemos psicología y sabemos captar la energía de la gente. La música pregrabada me parece muy cutre ¿para qué? Si tú eres bueno, está todo perfectamente organizado, preparado y la gente está con ganas.
¿Hacía dónde va la música electrónica ahora que en Estados Unidos ha dejado de ser el boom?
Se está volviendo a las raíces, cada vez hay más garitos underground con dj’s pinchando con vinilos y en un ambiente más íntimo. En Nueva York, y especialmente en Brooklyn, está creciendo esta fórmula de manera espectacular y en plan alternativo. El boom del EDI sigue vigente pero poco a poco se está reconduciendo la música electrónica para que vuelva a ser cosa de amigos.
¿Qué le queda por hacer?
Volver a ser padre, seguir creciendo en Ibiza. Llevo 18 años trabajando como dj residente aquí, he tenido momentos mejores y peores que me han hecho ser como soy. Esta isla ha marcado mucho mi vida y ser como soy. Ahora mi reto es seguir haciendo cosas con Sublimotion. Me gustaría que un día la gente viera que acepto los retos y los afronto con valentía. Estar en Space era muy cómodo porque era como mi casa, entraba y salía y sabía como iba todo. Ahora en Heart estoy expectante, con ese nervio que había perdido un poco.
¿Se ha alejado de las grandes citas y la masa para centrarse más en algo más íntimo?
Primero, que no se me dan bien las masas y, segundo, creo que las grandes discotecas están perdiendo un poco la esencia, necesitan volver a ser de verdad. Lo digo como crítica constructiva porque me gustaría que la gente que es de Ibiza de toda la vida reclamáramos también un sitio para salir, hay lugares a los que ya no se puede ni ir, ya que supone estar en la pista apelotonado o gastarse un dineral en un mesa que la mayoría no se puede permitir. Nunca podemos olvidar a la gente de aquí y a los que hemos contribuido y contribuiremos en el futuro. Si se enfoca todo al turismo de clase alta, que por supuesto que tiene que existir, y nos quitan a todos del espacio, deja de ser real.
¿Cómo es la canción que ha compuesto para los postres del menú de Sublimotion?
Soy muy fan del mundo de la restauración, de la alta gastronomía y muy foodie. Siempre que hago algo aunque sea mi hobby lo intento llevar a mi mundo y a mi terreno. Conozco a Paco Roncero y al 90% de los chefs que hay aquí y era ley de vida que estuviéramos en Ibiza e hiciéramos algo juntos. El año pasado fue una toma de contacto, salió una canción que compuse sólo para esto en la que salía yo pinchando. Este año me apetecía hacer algo diferente e ir más allá. El año pasado me veía como muy solo en la pantalla, este año hemos creado un muñequito y la canción ha quedado muy chula. Hemos dado un salto de calidad y ha quedado muy bien. Es como la traca final de la cena que además queda muy acorde en Ibiza ya que la traca final es después de una cena irte a una discoteca. Para eso estás aquí, pegarte un homenaje y después salir de cachondeo.