Existe todo un ritual detrás de estos eventos y puede decirse que generan una expectación sin precedentes que sigue creciendo y creciendo sin límites.

Desde los que se anticipan a comprar los billetes de avión con más de tres meses de antelación, una vez que se publica el line-up y la fecha en la que tendrá lugar dicha fiesta, hasta los que esperan puntuales tras las pantallas de sus teléfonos para comprar los early-birds tickets y poder ahorrarse así casi la mitad del precio de entrada.
Es increíble el poder de atracción que se establece entre las palabras Ibiza y Opening Party, prueba de ello son los recientes rumores que aseguran que esta temporada podría adelantarse.
Vuelos o entradas a parte, se respiran unas inmensas ganas por vivir la primera sesión del año.